La inteligencia artificial (IA) ha sido una de las tendencias más destacadas en el ámbito de la tecnología durante el año 2023. Desde aplicaciones para el entretenimiento hasta soluciones para la salud, la educación o el medio ambiente, la IA ha demostrado su potencial para transformar diversos sectores y mejorar la calidad de vida de las personas.
La IA en el entretenimiento: música, videojuegos y redes sociales
Una de las áreas donde la IA ha causado más sensación es la del entretenimiento. Por ejemplo, Flow GPT, un DJ virtual que crea canciones con IA, ha generado colaboraciones entre artistas como Anuel AA y Feid o Luis Miguel y Peso Pluma, usando esta tecnología. Además, Flow GPT ha logrado enojar a Bad Bunny con una canción creada con IA, que el cantante puertorriqueño consideró una falta de respeto.
Otro ejemplo de la IA en el entretenimiento es el de los videojuegos. Google, una de las empresas líderes en este campo, ha sido declarado culpable por beneficiarse de comisiones abusivas en su tienda Android, según una sentencia judicial. El juicio fue iniciado por Epic Games, el fabricante de Fortnite, uno de los juegos más populares del mundo, que utiliza la IA para generar escenarios y personajes.
Las redes sociales también han sido un escenario donde la IA ha tenido un papel relevante. X-Twitter, la nueva plataforma que compite con Twitter, ha impulsado cambios en esta última, como la introducción de Threads, una función que permite crear hilos de conversación. X-Twitter, por su parte, se basa en la IA para ofrecer una experiencia más personalizada y segura a sus usuarios.
La IA en la salud, la educación y el medio ambiente
La IA no solo ha servido para el ocio, sino también para fines más nobles, como la salud, la educación y el medio ambiente. Por ejemplo, ChatGPT, un sistema de IA que responde preguntas médicas, ha sido evaluado por dos investigadores españoles por encargo de OpenAI, la organización sin ánimo de lucro que desarrolla esta tecnología. Los resultados han mostrado que ChatGPT tiene dificultades para responder preguntas complejas y específicas, pero que puede ser útil para consultas generales y sencillas.
En el ámbito de la educación, la IA ha sido una herramienta para facilitar el aprendizaje y la enseñanza. Por ejemplo, el Consejo Escolar de Cataluña ha pedido restringir el uso del móvil en la ESO, para evitar distracciones y fomentar el uso responsable de la tecnología. Sin embargo, el móvil también puede ser un aliado para la educación, gracias a aplicaciones que usan la IA para ofrecer contenidos adaptados al nivel y los intereses de cada estudiante.
El medio ambiente ha sido otro de los campos donde la IA ha aportado soluciones innovadoras. Por ejemplo, el rover Perseverance, que explora Marte, ha descubierto nuevas pistas sobre el agua en el planeta rojo, gracias a su IA. Además, el Telescopio Webb, el sucesor del Hubble, ha captado nuevas imágenes de una supernova, usando su IA para procesar los datos.
La regulación de la IA: un reto para el futuro
La IA, como toda tecnología, tiene sus riesgos y sus desafíos. Por eso, es necesario regular su uso y su desarrollo, para garantizar que se respeten los derechos humanos y los principios éticos. En este sentido, la Unión Europea ha sido pionera en crear la primera ley que pretende limitar los riesgos de la IA, protegiendo los derechos fundamentales, pero sin frenar su innovación.
Sin embargo, la regulación de la IA no es una tarea fácil, ni está exenta de controversias. Por ejemplo, el papa Francisco ha pedido un tratado que regule la IA, alertando sobre los peligros de una tecnología que puede ser usada para el bien o para el mal. Por otro lado, el “padrino” de la IA, Geoffrey Hinton, ha dejado Google y ha criticado la calidad de la IA actual, advirtiendo sobre los sesgos y las limitaciones de esta tecnología.
La IA es, sin duda, una de las fuerzas que está cambiando el mundo. Su impacto se ha hecho evidente en el año 2023, y se espera que siga creciendo en el futuro. Por eso, es importante estar informados y conscientes de las oportunidades y los desafíos que plantea esta tecnología, que puede ser una aliada o una amenaza, según cómo se use y se regule.